EL BICIPAQUETE SOLO ANTE EL PELIGRO.

El pasado fin de semana iban a tener lugar dos citas importantes para los biciclistas de Cuenca, por un lado estaba el “San Pablo bike´s marathon» (o más comúnmente conocido como: la ruta de la muerte de nuestro amigo Pablete) y por otro lado la prueba del circuito de la diputación de Cuenca que en esta ocasión tendría lugar en San Clemente.

A priori no había color, la primera era una prueba para auténticos machos alfa, en la que estaba en juego ser el ironman de la btt y el líder del equipo (aprovechando que Casco no iba) a riesgo eso sí, de morir en el intento si no se estaba suficientemente preparado para la ocasión. La segunda de las pruebas era mucho más sencilla, ya que el desnivel era más pequeño que desde la nave de los frutis al parque San Fernando, eso sí había que batirse en duelo con tan colosales titanes como los hermanos fuera-pista, Joe patas de alambre, Billy master 100 kg, Jeffry patas huecas smartel y gente con más años que el tío de Frodo.

Puestas ambas pruebas en la balanza y sumando los compromisos ludicofestivos, el bicipaquete ¿a cual se iba a apuntar…? lógicamente a la mancha manchega, que hay mucho pan, mucho aceite y mucho tocino, eso sí bajo amenaza de ser repudiado de por vida por cagón y flojeras.

Decidido el destino, sólo quedaba darse cita en tiempo y lugar correspondiente y para no perder la costumbre ¿para qué ir con tiempo suficiente para calentar tranquilamente, cumplir la pauta de hidratación y sin prisas? Acaso ¿no seguía perteneciendo al ejercito romano? Pues eso, con la hora pegada como siempre, aunque ahora no podría echarle la culpa a Javi porque estaba sacando la leña al patio o a Berlanga porque no encontraba su tanga de la suerte…

Pues eso el calentamiento consistiría para no perder la costumbre en 300 metros de ida y vuelta, aunque esta vez un escalofrío me recorrió cuando en este warm-up me adelantó Sebas, cosa que me hizo pensar: otro que va justo… aunque luego me dije, ah no que este sale del cajón, vete cagando leches que seguro que desde la cola ya no se oye al speaker. Y efectivamente, cuando llegué había allí más gente que en la cola de corte inglés el día después de reyes, cosa que tampoco me importó mucho porque los bicipaquetes no luchamos por la general la verdad. Además busqué buena compañía para la salida, rodeándome de dos de las pocas mujeres bttras que hay en el circuito.

La hora de la salida se acercaba y yo estaba más concentrado que el caldo maggi, aunque la cosa se iba complicando, ya que por las corvas ya me chorreaba el sudor y no habíamos salido, menos mal que me había hidratado más que el Escartín para las fiestas de la Cueva.

Se dio la salida y salí como me caracteriza, como un cobete a unos 15 km/h intentando no caerme entre la multitud, cosa más arriesgada que tirarse un pedo con diarrea. El comienzo para mi sorpresa, era todo llano… y se rodaba rápido, muy rápido, más de lo que debiera, pero siguiendo el consejo de Luisito: tú a muerte hasta que pegues el pedo, si lo pegas. El problema está cuando este consejo lo da alguien que casi nunca pega el pedo a alguien ,como yo, que no sabe lo que es no pegarlo, pero en fin un macho es un macho.

Cuando vi el cuentakilómetros a 38km/h en llano pensé: tranquilízate que el año pasado ocurrió algo parecido y ya sabes el final, vas a acabar como whitney Houston: muerto en la bañera, pero mi motivación al pasar a alguno de los pújiles anteriormente comentados me nublaban la mente y solo pensaba en pedalear como si un hubiese un mañana.

A esas velocidades el airecillo refrescaba algo, pero cuando llegaron los primeros “repechos” y el aire se calmó, el termostato se disparó y comencé a tener más calor que Falete cortando un kebab, no obstante mi eterna motivación siguió alentándome a seguir a tope. Esta motivación he de decir que se vio aumentada cuando al enfrentarme a las “bajadas de la muerte” (eufemismo para llamar a unas bajadillas de ná, pero es que estaba emocionado…) en las que el año pasado bajé andando por el canguelo, esté año las bajé que ni el mismísimo tecniquito del cual hay documentos bajando a pata.

Corría el km 20 y yo estaba crecido, pero quedaba la mitad de la carrera y comenzaba a divisar a Darwin con la guadaña preparada para darme caza en alguna curva, así que era el momento de apretarme uno de esos geles que nuestro contacto nos facilita, cosa que me hizo aguantar a duras penas hasta que faltaban unos 5 km para la meta, donde después de llanear, llanear y llanear, tenía los gemelos a punto de la ignición y el ojete para hacer almortas.

La verdad es que se me hicieron largos y la motivación decrecía cuando me pasaban Ricky 6 dedos y su primo el de Huete a velocidad absurda, pero gracias a Dios ya se veía el pueblo y llegué dando todo lo que tenía, aunque hay que decir que me osaron sprintar en la recta final alguien que igual se pensaba que estábamos luchando por el top-ten o algo así y lo que en realidad nos estábamos jugando era quién se iba a comer el último chorizo…

La cara lo dice todo

 

Al final, como siempre llegué hecho polvo, y aunque el puesto es lo de menos llegué en un muy meritorio (al menos para mí) 182, lo que me hizo irme más contento que un perro con dos colas.

A destacar de la cita fue el pisculabis que nos prepararon: chorizos a tutiplén, y era de imaginar pues una abuelilla de San Clemente es la campeona mundial de clavar chorizos en pan y hacer los 100 m lisos… Además se estaba entrenando para otra categoría (ya que la vi varias veces) que era similar a la anterior pero con la complicación de llevar bajo el brazo libre una docena de bananas.

Solo me queda agradecer a mi señora el haberme acompañado soportar las típicas historias bicicletiles típicas: si ves como he adelantado a ese, o si me hubieses visto bajar por el acantilado…

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Después de recuperar fuerzas, como nuevo

 

Además aprovecho para mandar una repudiejas a mis compañeros (menos a Zalo por sus fotiglios) por permitir deshidratarme solo y abandonarme en la ardua labor de subir el nivel de triglicéridos en sangre con las barritas energéticas a base de tocino concentrado. Hay que decir que ellos tuvieron lo suyo al día siguiente, porque en Toledo tampoco es que hiciese frío…

Acerca de cuevadelhierro

Equipo BTT Mina Romana Cueva del Hierro
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2 respuestas a EL BICIPAQUETE SOLO ANTE EL PELIGRO.

  1. ANDRES dijo:

    Muy buena tu crónica, si señor.

  2. Sonia dijo:

    Genial!

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