San Clemente pasado por barro

La tercera cita del circuito MTB de este año era en San Clemente. En principio, esta prueba no suscitaba mucha simpatía en nuestro equipo, ya que sus pistas rápidas y llanas no eran lo que más gusta a los intrépidos descenders que copan nuestras filas… Pero llegó la hora de inscribirse y por unas razones o por otras (no haber puntuado todavía, coger más km de rodaje o aprovechar antes de la próxima paternidad), tres insensatos lo hicieron, aun advirtiendo alguno de ellos, que para el fin de semana Maldonado daba como pronóstico un melocotonazo de miedo en toda la península, que podía llegar a nieve en Cuenca. La verdad es que consultar tres días antes el tiempo en manga corta y la frase de Luisito de: – ¡no me seáis maricones!, ayudó a la hora de apuntarse a la carrera.

Ese mismo día era la primera prueba del open de CLM por lo que nuestro líder Gonzalo nos abandonaba,  a la par que nos dejaba sin furgo para el transporte de las monturas. Razón por la que contactamos con los colegas y hermanos bicicletiles, los bodegos-fruteros para que nos asistieran a la hora del transporte de jamelgas, os debemos unas birras en la Cueva (pero el cadenillas que no suba que nos deja sin existencias…).

La cita era a las 8 a. m., y hay que decir que la mañana nos sorprendió con una nevada en toda regla, cosa que a alguno de nosotros le hizo dudar de si asistir, ya que Sito nos llamó al resto de la expedición, más nervioso que Marco en sorpresa sorpresa,  para ver si había alguien más que se hacía caquitas y podía seguir sobando sin remordimientos. Al final y como machos que somos, los tres zánganos nos presentamos en la nave fruteril, aunque tuvimos que esperar a multisportman un rato, pues aun le dio tiempo a calentar los riñones en casa con un apriete ligero.

Conforme nos alejábamos de la capital, la nieve iba desapareciendo de los parajes, aunque a decir verdad el paquete del grupo rezaba para que hubiese un metro de nieve en San Clemente y así pudiesen comerse los bulones de tocino sin tener que pasar frío en la bici…

La nieve daba malos augurios por el camino.

La nieve daba malos augurios por el camino.

Una vez allí casi no llovía y parecía que la carrera se iba a poder disputar, aunque las bajas eran considerables ya que la mitad de los corredores no se presentaron. Esa era una noticia que nos alentaba para que alguno de nosotros pillase cajón de salida para la siguiente carrera, pero al final se demostraría que el estado de forma todavía es muy deficiente en alguno de los casos, y que la gente para no entrenar está muy fuerte, (no entrenáis no… los cojones!!!). Otro detalle que no nos pasó inadvertido a la hora del control de firmas es que este año el nivel de los obsequios en las carreras está bajando bastante, puesto que al chorizo que aún se movía cuando nos lo dieron en Mira, se suma una manga de camiseta que quiere parecerse a una braga de cuello… Parece que lo de dar una triste camiseta pútrida se acabó y tendremos que comprar mopas para limpiar las ventanas y pijamas para dormir.

En cuanto a la carrera, hay que decir que este año la gente de San Clemente se ha puesto las pilas y ha mejorado mucho el recorrido de la ruta pues han metido muchos tramos nuevos de senda, aprovechando en lo que pueden el terreno manchego. Lo que no esperaban era que el trazado se complicase tanto con la cantidad de barro que a más de uno de lio un disgusto, bien porque lo cató con los morros o porque jodió la bici.

En el punto de salida, no se aglomeraba la gente pues el ansiaviva de otros días no podía con las gélidas temperaturas que te dejaban el hocico como el guielo. Allí vimos al speaker que muy ameibolmente nos guardo las llaves del auto (tú también estás invitado a las birras, aunque últimamente no animas tanto a los mineros cuando pasan por meta…).

Se dio la salida y Sito desarrollo su famosa táctica de “a fuego desde el principio”, que en otras citas le dio tan buen resultado, y sí digo en otras, porque aquí dio ligeramente el pedo antes de llegar y se vino abajo tras ser adelantado por un tío que tiene más peligro bajando sin frenos llenos de barro que Chuk Norris marcando a Ronaldo y lleva una bici con la pegatina de su discoteca favorita. A pesar de ello hizo un más que meritorio puesto, que ni el mismísimo Pajirrin habría sido capaz de mejorar con bien de mandanga y burra nueva (ahhahahhahha habrá que verlo con la 29”).

Así quedó la bici de Luis al concluir la prueba

Así quedó la bici de Luis al concluir la prueba

Sergio salió de tranquis y acompaño al bicipaquete Godo media hora, hasta que harto de ir rodeado de fanegas rodadores que a lo que aspiran es a no morir en el intento y que el helicóptero no venga a por ellos, decidió hacer una remontada épica y dar caza a los primeros de carrera.

Sergio además se fue con una sierra de calar que le tocó en el sorteo.

Sergio además se fue con una sierra de calar que le tocó en el sorteo.

Por mi parte, decir que la carrera una vez más se me hizo larga, ya que a mi bajo estado de forma, se sumó que el barro me ponía más tenso que el copiloto de Steve Wonder, por lo que iba a 0,0 y tardé más de 2 horas y media en llegar. A ello hay que sumarle mi pericia bajando y la de mis compañeros de grupeta, que tienen más peligro que un Gremlin en Splash…

Comiendo chorizos sí habriamos quedado entre los 30 primeros

Comiendo chorizos sí habriamos quedado entre los 30 primeros

Al final todos llegamos sanos y sucios, pero tras la ducha reparadora, que en mi caso fue con agua fría, ya que es el castigo de los paquetes, nos dimos cita en la plaza donde mejor toreamos, que es en el piscolabis del final. Allí nos dimos cita con alguien que nos alegra ver más que a la chica de forevent, y es a nuestra amiga la orza repleta de barritas energéticas a base de ácidos grasos saturados, triglicéridos y tocino, esa es la medicina que nos recupera mejor que los aminoácidos complejos, ya que el pancetamol lo recomienda nuestro gurú de la medicina recuperadora: el doctor Falete. Eso bien acompañado de birrismo, nos dejó apunto para el regreso a casa, aunque hay que decir que alguno bebía más de lo que comía y ya iba más pedo que el arquitecto de los fraguel.

La orza con más bulones de la comarca

La orza con más bulones de la comarca

Una vez en Cuenca y para concluir la jornada tuvimos que pasarnos por el elefante blue para darle un enjuague a las bicis y dejarlas a punto para seguir machacando, aunque visto lo visto, vamos a tener que hacer como los que quedan entre los 25 primeros: no entrenar.

La siguiente carrera será en Casasimarro, donde esperamos ser más corredores y que Javi nos deleite con alguno de sus éxitos a la guitarra.

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